Después de la mudanza básica (refri, lavadora, cama, restirador y un sillón) y una vez activados los servicios básicos, dí el gran salto: saqué toodas mis cosas de casa de mis padres, cargué el coche y empecé a quedarme en el departamento medio vacío.


Al poco tiempo descubrí que no todo era libertad y que ahora estoy más restringida que antes en el aspecto económico. Pero me parece que eso es parte del encanto del asunto.

..hace poco mi madre me confesó que todavía esperó un par de días a que regresara con el rabo entre las patas, probablemente intimidada por la impresión de estar sóla, pero eso, ehm, francamente no ocurrió. Quizá estuve bajo tanta presión y tanta emoción que me adapté inusualmente rápido a mi nueva situación de soledad.

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