Comparto una nota que fue publicada en el diario Hondureño 'La Prensa':


Último adiós a Fernando Ching Navarro
Se destacó por su dinamismo y popularidad como primer alcalde
Honduras, 19.01.09 - Actualizado: 19.01.09 11:00pm - Isis Fernández: redaccion@laprensa.hn

Fernando Ching Navarro. Nació en Belice el 30 de mayo de 1925 y falleció el 17 de enero de 2009.

Entre los muchos comentarios sobre su trayectoria de servicio a la comunidad, ayer a las 11 de la mañana los limeños le dieron el último adiós a Fernando Ching Navarro, el primer alcalde del municipio.

Fue alcalde de 1982 a 1986 sin haberse sometido a elección popular, pues formó parte del comité para la creación del municipio, cuando La Lima dejó de ser parte de San Pedro Sula.

Una de las principales luchas como alcalde fue que la Municipalidad de la Lima manejara el aeropuerto Ramón Villeda Morales. Fue pionero además en la lucha porque parte del dinero del peaje se entregara a su comuna.

Se destacó como presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de La Lima y como ejecutivo de la empresa Texaco. Muchos ciudadanos también lo recuerdan por su pasión al baloncesto, por lo cual se desempeñó como entrenador de ese deporte en la escuela Esteban Guardiola y en el Instituto Guadalupano.

Una anécdota:
Cuando tomó posesión de su cargo se llevó a cabo un carnaval en el que participaron siete orquestas, encabezadas por la Banda Blanca. Pompilio Tejeda, director de la orquesta, recordó que al terminar de la festividad, Ching los mandó a comer a un restaurante.

Al final les preguntó si les había gustado el pollo que les sirvieron, a lo que ellos contestaron afirmativamente. “Más vale, porque si hubieran dicho que no, se los hubiera cobrado”, dijo Nando.

Hasta ese momento que se dieron cuenta los músicos que el negocio Pollos La Canasta era del recién nombrado alcalde.

Ching falleció de un infarto el sábado por la noche en una clínica sampedrana. Residía con su esposa María de Ching en la Zona Americana de este municipio. Antes de su entierro, el cuerpo fue llevado a la Municipalidad, luego a la iglesia católica.

...cuando avanzábamos en con el cortejo fúnebre hacia la Municipalidad, y posteriormente hacia la Iglesia para la misa de cuerpo presente, íbamos escoltados por policías y bomberos. Un graan camión de bomberos encabezaba todo el cortejo, seguido por la carroza en la que viajaba mi abuelo, y éste graaan camión de bomberos iba sonando su sirena al pasar por las calles del pueblo (que para que lo ubiquen bien, responde a la descripción que hace García Márquez de Macondo en 100 años de soledad)... La gente salía de sus casas, a saludar al cortejo, algunos se quitaban el sombrero, otros inclinaban la cabeza en señal de respeto... Más tarde nos detuvimos enfrente de la estación de bomberos, en donde hicieron sonar toodas las sirenas y alarmas de la misma en despedida a mi abuelo.

Todo fue muy emotivo, un tanto mágico. Ahora estoy tranquila... porque sé que mi abuelo tuvo el cuidado de planear su partida a todo detalle, incluídos una serie de pequeños contratiempos que ahora nos hacen recordar con tranquilidad y algo de gusto esta amarga situación.

... él sí consiguió llegar al mundo llorando, cuando todos reían
y partir de este mismo mundo riendo, cuando todos lloraban.

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