Ayer salí de la ciudad a hacer un pequeño levantamiento fotográfico de los avances en la construcción del hotel que están construyendo mis jefes.. y ya que andaba por ahí, a buscar a un proveedor de tabiques de adobe, que planean utilizar en esta misma construcción.

Pero encontrar al dichoso proveedor, aparte de que nos hizo adentrarnos en los pueblillos morelenses un poco más de la cuenta, en medio de la nada y rodeados parajes áridos como el de la foto. Fue una experiencia cómica, nada mágica, pero casi musical:



Llegamos a un como terreno baldío con un camión de volteo casi en ruinas, llantas regadas, tabiques de adobe secándose en el sol y de donde, de alguna casita de lámina salío el proveedor que estábamos buscando, ebrio hasta su... bueno, estaba en un estado de absoluta intoxicación etílica. Barría las palabras y hasta medio hacía bizcos mientras hablaba con el arquitecto del proyecto.

Para ello mi curiosidad natural de diseñadora y el hecho de saberme con mi D50 me forzaron a bajar del coche a tomar algunas fotos del lugar..

Cuando nuestro intoxicado amigo se percató de mi prescencia, botó la conversación con el arquitecto y se acercó zigzagueando como pudo, se paró enfrente de mí y se presentó como el galán que él se suponía: "Mucho gusto, soy Perengano, de Tepoztlán"... (aaaah, como si conociera a 30 perenganos, o más bien, como si me importara si era de 'Tepoztlán' o de 'La Mancha').

Ya nuestro etílico amigo ya se había puesto hospitalario y había regresado al panorama con una graaan botella de Chivas para que lo acompañáramos en lo de ahogar la tristeza que le había ocasionado su 'pérdida'. Afortunadamente no andaba sóla (uuugh, noo!), cosa que alivianó el incómodo trámite de tener que negar -semejante- hospitalidad.

Perengano hablaba de que había perdido.. algo de 'su gallo', que yo sinceramente entendí como que 'perdió la selección' (aaaah, ca'on, a poco jugó la decepción el domingo?!). Todavía le dije con algo de apatía, que yo para no agobiarme al respecto ya ni el futbol seguía... y eso como que genero un como silencio algo incómodo porque, según el arqui, más bien Perenganito 'perdió la elección (¿para presidente municipal?)'. Total, si era futbol o política estábamos hablando del mismo tipo de patética mediocridad... además no es tiempo de elecciones todavía!

Probablemente nunca nos quede claro qué fué lo que perdió nuestro malcopeado Perengano de Tepoztlán, pero debió haber sido algo grande para seguir ebrio el lunes a medio día, con aire de galán de temierdnovela intentando ligarme -pena ajena!- y a dos de perder un pedido de un millar de tabiques de adobe. El compadrito de Perengano nos pasó en un papel los datos completos de contacto de nuestro recién adquirido amigo y nos aconsejó que le habláramos en unos días, ya que estuviera... ehm... sobrio.


En mi medio, más dominado por entes masculinos seguido me pasa la de andar esquivando calzonazos... pero me cae que el episodio de ayer fue levemente el colmo. Sobra que aclare que.. no gracias, paso sin ver!

quesque , | edit post
2 Responses
  1. Ahora que me acuerdo, hasta hace unas dos semanas finalmente me enteré qué fue lo que perdió 'Perenganito'.. Sobra decir que el monín en cuestión permaneció en estado etílico el resto de la semana!

    Perdió el precandidato priísta a presidente municipal al que él estaba apoyando:
    Adiós remodelación del palacio municipal con sus tabiques de adobe... y adiós pedidito de mil tabiques para un hotelito en... dónde era?

    *tono de telenovela* Lo lamento.. 'Perengano de Tepoztlán'... nunca me volverás a ver! *fin de tono de telenovela*


  2. [fran] Says:

    Me gusto tu blog, el concepto, y la forma.
    Ahora bien... esta narracion me parece una pelotudes. Su ebriedad es producto de conformismo social que provoca sobre el hombre un desarraigo de lo sentimental, aferrandose a las cuestiones materiales, sin realmente comprender que vive en medio de la nada, donde el panorama es debastador producto de la erocion, que en realidad es producto de la deforestacion.
    Si ud es una señorita bonita, podria comprender que este tipo de personas las frecuenta en muy pocas oportunidades, eso le hara entender que es una situacion inusual en medio del panorama desertico donde desarrolla su vida.
    Espero que al menos reflexione sobre su acto de violencia (las palabras utilizadas por ud en la narracion) y vuelva a redactar su texto con un vocablo menos violente, aunque sea intelectual.
    Saludos, cristian de argentina


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