La semana pasada envié mi currículo a algunas empresas que seleccioné cuidadosamente... y luego decidí dejar de buscar chamba momentáneamente. El jueves sonó mi celular con una llamada de alguien que recibió mi currículum y le interesaba platicar conmigo. Hoy a medio día ya tenía una propuesta laboral y un gran dilema que tengo que resolver en los siguientes días:
Para empezar, cuando Janito me dijo que conseguiría otra chamba rápidamente, lo tomé como.. pues lo que te dice alguien que te estima para darte ánimos cuando no la estás pasando bien...pero sinceramente no creí que.. hmmm... fuera literal!
Tardé poquito más de una semana en asegurar otro trabajo!
Y siento algo de nervios. En primera porque no estoy segura todavía.
Sí, la decisión me costó mucho por el aprecio que siento por la gente con la que he convivido casi cada día de estos últimos... 20 meses? Y también por la ventaja que tengo con esto de la flexibilidad de horario, y el apoyo de mis jefes en proyectos exteriores.
Pero una serie de impuntualidades en mis pagos que con el tiempo se volvió crónica me ha ido desgastando al grado de volver a plantear mi rumbo profesional.
El otro lugar de trabajo ya no queda cerca de casa de mis padres, pero de entrada me paga más a pesar de que necesito anular mi divorcio ideológico con AutoCAD. Además, me sigue quedando bastante cerca de todas mis actividades, incluído mi entrenamiento.
Obviamente, este cambio me demanda más tiempo, horas extra a veces y más presión. Pero todo ese combo promete enseñarme mucho mientras me regresa a mi estabilidad económica.
Sinceramente no sé qué hacer...
La celebración del año nuevo chino es ahora un evento masivo en donde estoy segura que mucha gente la aprovecha para conseguir su ración anual de comida china.
Es como el
día del mercadólogo: la gente se acuerda de sacar a orear a su pareja y regalarle cursiladas totalmente inútiles que tienen como único destino el bote de basura.
Sólo que este año cayeron en la misma fecha, y dentro de todo no nos fue tan mal en nuestra ya tradicional expedición a la berbena oriental.
Por cierto, tengo ascendencia china... por lo que la verdad esta celebración me causa cierta fascinación que descubrí por culpa de Janito.
La celebración no tiene una fecha fija, debido a que normalmente se cuenta la segunda luna nueva después del solsticio de invierno. Una leyenda cuenta que un monstruo llamado Nien asechaba durante esas fechas a la población, en donde eventualmente llegaron a un plan de ahuyentarlo con fuegos artificiales rojos y música de tambores, gongs y platillos. De ahí se retoma gran parte del simbolismo que ronda la celebración, incluídos los amuletos y luminarias rojas que representan el fuego y la buena suerte. El dorado representa la abundancia. Los comerciantes cuelgan lechuga y mandarinas afuera de sus locales, que posteriormente serán 'devorados' por representaciones de dragones y leones. Todo para un año lleno de abundancia.
Digo, lógicamente la celebración es mucho más compleja que este pequeñísimo resumen, peeero, de menos es lo que se ve en las calles. Me da gusto que al menos en la Ciudad de México esta celebración ya tenga suficiente eco como para recibir el apoyo que tiene.
Fuera de eso China seguirá siendo ese gigante industrial que acaba con los productores locales de la misma manera que Nien diezmaba su población... Yo aprecio mucho la cultura china y la admiro en el aspecto del nacionalismo tan fuerte que los une. Probablemente todavía tenemos mucho que aprender de ellos sin llegar a sus excesos (podemos empezar erradicando sindicatos y promoviendo mercancía local... sugiero).
Uno de los proveedores acá en la chamba me dice que tengo un espíritu libre que llega a causar conflicto con la demás gente de la oficina.... "Más bien eres como para tener y tú misma llevar un despacho"
Mi padre me presiona para que busque otra chamba en la que me paguen mínimo el doble de lo que se supone estaría ganando sin recorte.
Básicamente es como un dilema del que ya conozco la solución, pero no puedo evitar que ésto me afecte.
Debo confesar que ayer me sentí desanimada y totalmente abatida.
El colmo fue haber dejado de ir al trabajo por quedarme a dormir... Y a como soy, esa es definitivamente una señal de que algo no está nada bien.
Entonces una vez que sacudí toda esa modorra, en un arranque de decisión me puse a llamar a diferentes lugares donde había leído que ofrecían chamba.. y me fue bien, esa misma tarde conseguí una entrevista.
Y ahora no estoy segura. Creo que finalmente choco mucho con esta idea de acoplarme a la vida cubicular. Y siento que si no me puedo comprometer a estar horas encerrada durante meses y meses y alejándome de lo que realmente quiero.... tengo que ser lo suficientemente sincera para no perder ni mi tiempo ni el tiempo de los demás.
...una muy buena propuesta económica podría hacerme cambiar de opinión, sin embargo!
Pero como no es el caso (todavía), siguen hirviendo ideas en mi cabeza.
El lunes vi a Aura. Siempre es genial ir a comer con ella y platicar desde semiótica y política hasta cómo nos va a cada una con ésto de la vida en soledad. Lo más curioso es que las dos nos encontramos en medio de la misma fase laboral. O tenemos demasiado tiempo libre para darle vuelta al vacío que impera en nuestras carteras, o aprovechamos ese tiempo libre en retomar proyectos olvidados.
Entonces, tengo mucho que hacer..